Altare

El Ara Pacis se compone de un recinto que encierra la mensa, el altar propiamente dicho en el que se ofrecían los restos de animales y el vino.

La mensa ocupa casi todo el espacio del interior del recinto, del que está separada por un estrecho pasillo cuyo piso está ligeramente inclinado hacia el exterior, de tal manera que favorece el escape del agua, tanto la de lluvia como la de los lavabos que siguen a los sacrificios, a través de canales de drenaje abiertos a lo largo del perímetro.

El altar consiste en un podio de cuatro escalones sobre el que descansa un sótano, que tiene otros cuatro escalones sólo en la parte delantera.
Sobre ellos se levanta la mensa, apretada entre dos partes delanteras laterales.

Los dos bancos laterales tienen acroterías con volutas de plantas y leones alados.

Lo más probable es que los fragmentos del friso del altar se refieran a un sacrificio, tal vez el mismo a la Pax Augusta que el Senado había decretado que debía celebrarse cada año, el 30 de enero, con motivo de la consecratio del altar.